domingo, 20 de junio de 2010

DE MI MISMA: PRIVILEGIO


Vivo en un estado de confusión perpetua. Hace tiempo, admito que sentía una especie de envidia por esa aparente seguridad que algunos individuos lucían ante mi. Me resultaba asombroso pensar que aquellos seres de otro planeta, supieran a la perfección quienes eran, que deseaban, que sentían y hacia donde dirigían sus pasos.

Yo, en cambio, miraba a la derecha y a la izquierda y quería ir a la derecha pero también quería ir hacia la izquierda. En un momento sentía una alegría inmensa que inundaba mi garganta y al minuto siguiente me encontraba embriagada de lujuria, o quería llorar o soltar un puñetazo y hacer burla...No tenía claro si quería irme a vivir a la selva, apartada del mundo, o más bien marcharme a Paris o Nueva York a perderme por calles y siluetas en constante movimiento. Era generosa y egoista. Amaba pero hería lo que amaba. Y tenía miedo. Y era osada y leal.

Mi ambición no era atesorar bienes materiales, pero mi lado frívolo no me abandonaba y a veces sufría una repentina depresión, porque quería un vestido y al instante siguiente alojaba en mi casa al vagabundo de la esquina.

Lo que era seguro es que estaba confundida. Muy confundida. Y esa era mi única certeza.

A día de hoy, nada ha cambiado. Mi corazón navega por las aguas de la duda y ni yo misma se que será lo que sienta o mueva mis pasos al paso siguiente.

Sigo siendo apasionada y frágil, inteligente e ingenua rozando la necedad en ocasiones, pero ya no siento envidia por esa máscara de certeza que luce el prójimo.

Estoy perdida, si, pero es lo que hay. 

Y aceptar mi zozobra tambien me concede el privilegio del asombro constante  hacia este mundo indescifrable

y mi destino.

DE CARTAS A MILLER: SÚPLICA


No ser más.

Limpia ya de ira y de mundo.

No ser más.

Atar mis manos a las manos de la Tierra y morirme y vivir para la Tierra y ser los pasos de un camino distinto.

No respirar: El limo de los sueños que no fueron, que se entremezclan con la sangre y hacen gritar sin voz

y duelen sin pausa.

No caminar más sin ver la sombra de lo que dejamos atrás,

sin apresar cada momento como si fuera el último momento que rozamos,

que poseemos lo que jamás será nuestro.

No sentir,

que soy ya tierra, aunque quiera aferrarme,

aunque quiera que el amor

me salve de esta muerte que es mi muerte

aunque quiera sobrevivirme,

esta vez,

como las otras.

Aunque quiera guiar tus ojos a los míos

y no hallar la pared constante,

la tierra en mis manos,

el simple

silencio.



viernes, 18 de junio de 2010

DE MI MISMA: SIN

Me gustaría desaparecer.

No ser 

no estar

no respirar 

no sentir

que todo el mundo

es tan barato

tan vulgar

tan cruel

tan nimio

tan vacio

como yo

ahora 

despues de haber visto

todo esto.


DE MI MISMA: LOS JUSTIFICABLES

La tribu de los justificables posee una organización muy sólida. Se caracterizan fundamentalmente por dos cosas: La primera es por supuesto, que siempre tienen justificación suficiente para sus actos, por muy canallas o bajos que estos puedan ser, y la segunda, que deriva directamente de esta otra, es que hacen lo que les da la gana.
Si por ejemplo el "Jefe de la Tribu" llega cansado y cabreado del trabajo y se dedica a desquitar su frustración contigo, está justificado bajo cualquier circunstancia, porque claro: Llega del trabajo, trabaja para todos y lo de menos es si a ti te revienta con sus palabras o no. Toca aguantar el chaparrón.
Peor es, cuando "Cabeza de Mendrugo", que vive aún en el tipi de "Jefe de la Tribu", desde su favorable posición, que le permite dedicarse por completo al vicio y la desidia, en estado de trance sicotrópico, de un momento a otro es poseido por los demonios terribles y violentos de la ira, y cae sobre ti, desalmado y cobarde, armado hasta los dientes de insultos hirientes y crueles, con la fuerza que le otorga su profunda estupidez.
Tu, que no habías hecho nada a nadie, quedas maltrecha...pero ahora viene lo peor: Su posesión demoniaca y la influencia de las sustancias ingeridas le justifican. Es un enfermo el pobrecillo, y por supuesto, toca entender y perdonar. Además estás viva, puedes contarlo...no te quejes tanto, mujer, tú eres una desheredada de la tierra, una paria injustificable y has de cargar con el peso de tus pecados...Faltaría más.
Que hiciera yo lo mismo y veriamos a ver.
Y ahora viene lo mejor de todo. "Compañero Adorable", sufre un ataque de celos porque saliste a comprar naranjitas de la china, pero a la puerta de casa. El, te está viendo desde la ventana, pero durante 30 segundos te perdió de vista. Entonces decide abandonarte, porque claro está, en esos 30 segundos ofreciste tus encantos a todos los guerreros de la tribu, te quedaste preñada, abortaste y tuviste tiempo de reírte de la gracia a sus espaldas.
Trás un número dantesco, que consiste en agarrarte de la cabellera, un escarnio público y el sublime acto del perdón (Ha decidido que no mueras lapidada). Te abandona como la perra que eres, y tú, perra le justificas. Es un guerrero inseguro, pobre, y su condición de macho le da para hacer lo que le venga en gana. Te saliste de la manta, le faltastes al respeto y te mereces un justo castigo.

Y digo yo: Que pruebas de acceso hay que pasar para entrar a formar parte de este selecto grupo??

Yo quiero derecho para salir a la calle a hacer daño a los demás, el derecho de insultarles porqué si, de cargarles con el muerto, de ofenderles en el alma y salir airoso.

Quiero ser Justificable como vosotros.

O mejor NO.

He pintado mi cara y levanto en mi mano el hacha de guerra : - ¡¡¡UAUAUAAAAAUUUUUUUAUAUAAAAAAAAUUUUUU¡¡¡

Por una vez, van a rodar cabezas y levantaré orgullosa MI CULPA ante vosotros.

jueves, 17 de junio de 2010

DE CARTAS A MILLER: INFRANQUEABLE


Te doy tanto miedo.

Un miedo tan grande.

Tan in fran que a ble

que 

a veces

quisiera ser 

menos,

mas,

distinta,

otra,

y que fueras capaz de quererme

sin

defensas,

sin espinas,

sin dolor,

quererme

bonito.





martes, 15 de junio de 2010

DE CARTAS A MILLER: EL AMOR ES LA FORMA MÁS ESTÚPIDA DE PERDER EL TIEMPO


Ojos que no ven

Corazón que no siente.

Pero yo mastico las rosas del que sabe y calla.

Te concedí la tregua de haber enmudecido.

El precio de mi silencio era que volvieras a curarme

y fueras capaz

de reconocer

en mi prudencia

la prueba más válida

de amor.


Ahora me quedo callada.

Y mastico las rosas del que guarda silencio.

Porque en algún momento, tú, has de tragarte las espinas.







DE CARTAS A MILLER: INTIMIDAD


Tenías en tu piel,
impresa la huella de la piel
de todos los hombres que alguna vez me amaron.

Eras todos ellos.

Incapaz de distiguir tu mirada entre cientos,
opté por cerrar los ojos
y deshojarme.

jueves, 10 de junio de 2010

DE MI MISMA: CONTRASTES


Que frágil el interludio entre la sonrisa y el abismo.

miércoles, 9 de junio de 2010

DE MI MISMA: RADIOGRAFÍA


La soledad genera adicción. 

Lo que persigo de ti, es solo mi idea de ti.

No estás fuera. 

No te necesito.