miércoles, 16 de diciembre de 2009

DESPUÉS


Creamos,

una realidad,

que a veces es,

abigarrada, compuesta, zigzagueante,

ensombrecida, grandilocuente y transgresora.

Nos perdemos

entonces

aquella otra:

El rayo de luz por la ventana,

la leve respiración de un niño que duerme,

el camino, los charcos, el arcoiris,

los sonidos del mundo,

las pequeñas cosas que eran capaces de concedernos

la Tregua de una sonrisa.

2 comentarios:

Carlos dijo...

Esa sonrisa es cada vez más vaga, poco a poco vamos a seres amargos. Por eso VIVA La Alegría por pequeñas cosas.

Anónimo dijo...

Mejor dicho: las cosas viven de pequeñas alegrías.