miércoles, 29 de abril de 2009

DE CARTAS A MILLER: HISTORIA DEL DESASTRE


Hoy es miercóles y llevo cargado a la espalda el peso de tu ausencia.

De nada me sirvieron todas las palabras, ni todos los amaneceres en los que no supe quererte.

Esta es una historia trágica y solo queda aceptar que nada será distinto.

Nos acostumbramos a la Herida, la llevamos a cuestas porque ese es el sentido de las cosas para los que son como nosotros.

Esta es una historia de adioses infinitos, de trampas,

de vacios que tratan de ir llenándose sin conseguirlo nunca,

de corazones colocados al borde de un camino sin regreso.

Esta historia nuestra es un desastre,

es la historia triste de dos personas que se quieren,

que a veces no se quieren,

que se destrozan mutuamente y se hieren a si mismas.

Miro el sol y te recuerdo,

y solo tengo la ausencia de tu cuerpo y todas esas cosas que fuiste esparciendo por mi casa...

Si me tumbo en la cama, es tu cama,

si tengo frío, la manta que me cubre es la manta de tu olvido

y si lloro he de arrancar mi vista de la pared en blanco, porque en todo estás tú.

Soy tan débil. Incapaz de herirte sin herirme a mi misma. Incapáz de tricionarte si no es contando con tu sonrisa.

Esta es una historia condenada a ser importante, pero condenada al fin y al cabo.

Es una historia de libro, de esas que para vivir, te piden dejar el mundo atrás y convertirte en personaje.

Hoy es miercoles y no hago otra cosa que extrañarte y presiento

que esta es la señal que me demuestra que aunque no me importas

me importas,

que estoy hasta el cuello metida en esta historia,

que soy la Herida,

el peso,

la sombra de tu ausencia.

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