domingo, 4 de enero de 2009

DE CARTAS A MILLER: DISARMONÍA




Estimado Sr. Miller,


Hoy le ví. Después de dos días sin noticia alguna, aparece en mi casa como un fantasma, a entregarme mis llaves, a tratarme como a un perro...Pero no Miller, esta vez las cosas son distintas. Esta vez, sabes que eres tú el que se equivoca, sabes que eres tú el que sale perdiendo...


Está bien. ¿No quieres volver a verme? ¿No quieres que tu vida se desordene? ¿No quieres despertar a mi lado? ¿No quieres compartir tu espacio?Está bien Miller. Me culpas porque llueve, me culpas porque te golpeas un pié, me culpas porque no tienes con quién pagar tu frustración...Me culpas a mi porque sabes que te amo y tendré que soportarlo....


Te equivocas. Ya no puedes jugar conmigo como lo hiciste antes. No soy la misma. Tú me distes las armas para defenderme de esta obsesión.´Tú me mostraste el camino del olvido manteniendome en la incertidumbre durante muchas noches...Tu silencio, esta vez, me habla.


Me cuenta que no duermes, me cuen ta que buscas desesperado la forma de olvidar los gritos de mi hija, mi cepillo de dientes en tu baño, mis piernas en la noche. Que te encuentras solo porque comenzaste a quererme de una forma que ni tú mismo entiendes...


Estimado Sr. Miller...Yo sigo con mis proyectos, sigo escribiendo y si me enfadas demasiado voy a coger mi maleta y me voy a marchar.


Necesito cambiar de aires. Buscar otro espacio, concentrarme en mi trabajo, crear...


Estimado Sr. Miller, yo aposté por usted, a pesar de saber que está completamente loco...Yo aposté por nosotros, por nuestra completa incompatibilidad. Yo aposté por romper los tópicos y sacar adelante esta relación tóxica y perversa en la que ambos nadamos a contracorriente. Yo aposté por el simple y puro milagro del amor.


Pero esta vez quiero ver su esfuerzo.


Yo ahora me quiero.


O al menos, lo intento.

1 comentario:

toño dijo...

escuchamos tu grito desde una burbuja de felicidad infinita que esperamos tu encuentres, un señor Miller mas queriéndose a si mismo, y queriéndola a usted, encuentrnese. Nadie lo hara por ustedes.