sábado, 27 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: EXTRAÑARTE


Rebajados a la misma cosa.

Solo nos encontramos en eso, Miller

en lo mismo que nos separa

y nos torna bestias.

DE MI MISMA: LA VIE EN ROSE

Al menos escribo.

DE CARTAS A MILLER: VALORES


Algún día aprenderas a valorar el amor.
Que te quieran,
es muy complicado...

Algún día, aprederás, como yo aprendí,

que detrás de las piernas, los brazos, los pelos,

la ropa de la una de la otra,

los besos,

los días que creías que soñabas,

todo ese maremagnum

de personas,

de gente que metes en tu vida

que quieres,

que deseas que hagan, que sean tu vida,

que pasan

que llegan

que se van

que llaman...

Cuando yo sea solo un recuerdo chiquitito,

una rendija al pasado

de paseos,

de viernes,

de cartas,

de traiciones,
de la vida en algún lugar lejano
que nunca vivimos,

Un pasado borroso,

cada vez mas confuso

Cuando yo solo sea

la idea de un recuerdo....

Entonces

sabrás

con certeza,

con total lucidez,

que ya imposible

te amaba

y era tan cierto.

viernes, 26 de febrero de 2010

DE MI MISMA: CUESTIONES IMPORTANTES



Estimado Sr Miller...
¿Sabe usted que es lo único que se quedó en la caja?

DE MI MISMA: MISOGINIA


El lenguaje condena a las mujeres.

Yo he comprobado en mi piel que el lenguaje es un reducto vedado para las féminas.

Por supuesto y claro está de manera encubierta.

Creo que existe la idea en el subconsciente colectivo de un lenguaje propio del genero femenino. Creo que hay unas normas, que las mujeres no debemos saltarnos.

Los hombres son libres en las palabras y en los actos, y esto, se manifiesta de forma más fehaciente en todo lo relacionado con las relaciones y el sexo.

Todos estamos acostumbrados a escuchar a nuestro alrededor las hazañas sexuales de los hombres, y nos resulta natural que narren con pelos y señales cada movimiento...pero si escuchamos a una mujer hablar de la misma manera, automáticamente se forma una imagen en nuestra cabeza, que no es demasiado positiva. Yo misma me incluyo.

Aquella mujer, de pronto se me antoja vulgar, masculina, desprovista de la sugerencia y el erotismo que en mi mente, tengo como imagen propia para una mujer.

Es algo muy primitivo, casi casi oculto, pero si uno repara un poco más en ello se dará cuenta de que en esta y otras cosas reside el germen de la misoginia.

Somos misóginos.

Todos los somos.


La sexualidad es la caja de pandora que desata los demonios masculinos.

Y ninguna mujer puede cometer la osadía de destapar esa caja.

Eso, nunca.


Me entristece pensar que somos tan diferentes, y que a la vez, todas las mujeres que conozco, nos hemos impregnado de ese resentimiento hacia nosotras mismas.


El orgullo de las personas debe residir en sus ideas, en sus pensamientos, en sus principios...pero a mi alrededor compruebo una vez trás otra, que en la practica eso dista mucho de llegar a ser cierto.


Por primera vez en mi vida esto empieza a suponer un conflicto enorme. Un conflicto espiritual, profundo. Un abismo.


Lucho contra mi mísma y contra las ideas.


Y es una batalla perdida a nivel colectivo.


Y para mi, es una batalla perdida a nivel personal


Me concedieron la palabra.


Destapé la caja de Pandora.


Desde entonces me persiguen los demonios.


Mundo misógino.

jueves, 25 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: CUARTO INFIERNO


Lo que se antojó oscuro, hoy roza el límite inhumano.
Chocar eternamente contra ti mismo Miller,
Descubrir que eras capaz de abandonarlo todo,
Y pródigo tajante,
Regalar tu mente y tus despojos.

miércoles, 24 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: TERCER INFIERNO

Aulla un perro en la distancia.



Devorado por aquello que devoras, ciego, mutante, imsomne lujurioso.

Ese aullido se meterá en tu cabeza Miller.



Ninguna orgía será capaz de salvarte de la soledad de este infierno,

y cuando quieras despertar

el perro

que aulla

en la distancia

estará royéndote los huesos.

martes, 23 de febrero de 2010

DE MI MISMA: TU CUMPLEAÑOS


Cuando seas

mas grande

cuando leas

estas palabras:

Cinco años de vida a partir de tu sonrisa

y nada más importa

nada mas

importa.

DE CARTAS A MILLER: SEGUNDO INFIERNO

De ti me separan, el Aqueronte, y la luz de Online, que por aproximadamente 45 euros al mes, anuncia al mundo que tratas de olvidarme.
Nunca sentí tan ajena la lujuria.

DE MI MISMA: DESTRUKTION

> J. La muerte es una forma articulada de nuestra relación con el otro. Yo no muero sino del otro; por él, para él, en él... J.Derridá

Soy el nexo.
Soy la descomposición de todas las palabras que hicieron de mi, algo con sentido.
Y ya deconstruida.
Me rehago con la pasión que concede el juego que la vida me ofrece.

DE CARTAS A MILLER: PRIMER INFIERNO

Ahora el terrible sms se repite 2 veces al día....
O estoy purgando mis pecados contigo Miller,
o los de la compañía telefónica me están cobrando dos veces.

lunes, 22 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: CAÍDAS.


Echar andar de nuevo resulta complicado. Sobre todo cuando uno no sabe bien, el porqué ni el cómo, apareció en el suelo y se hizo tanto daño.
Te encuentras aturdido y un momento piensas en no levantarte, en quedarte allí y ponerte a llorar. Pero sabes, que tarde o temprano tendrás que hacer uso de toda tu fuerza para levantar tu peso, para superar el dolor de las heridas que te hiciste y volver a caminar.

Así es como me siento.

Me vienen a decir que me olvide de ti. Que tú ya te levantaste, que echaste a correr gritando que te había empujado.

Y ahora, me lo creo.

Dos semanas. Dos semanas en las que me maté de hambre y traté de dar una explicación racional a tu silencio. Me decía: -Está herido. Necesita reflexionar, situarse, poner su dolor dentro de un contexto y entender, que las personas cuando pelean, lo hacen a veces de manera descarnada, y se hacen daño.
Necesita verse a si mismo acusándome injustamente y haciendo eso, que tanto daño me había hecho anteriormente. Necesita ponerse en mi lugar y tratar de entender lo que sentí, lo que fue levantarme aquella mañana y escuchar una acusación sin sentido. Lo que fue encontrarme con su rotundo rechazo. Por nada. Verse a si mismo desde fuera, complacido en el daño que me estaba haciendo como aquello y entender, que aquello que dije, lo dije llevada por el dolor, sin más. Sin mayor importancia, trascendencia. Sin ningún significado profundo.

Pero no.
Dos semanas para hablar por boca de un colega, del colega menos indicado para dar un consejo a ese respecto. Una persona que jamás ha tenido una relación, que no sabe, que ni se imagina lo que es compartir con alguien algo más que un revolcón (previo pago la mayor parte de las veces) y un par de rallas.
El, el más apropiado para dar consejos acerca de la vida, pero sobre todo, para dar consejos acerca del amor, de las emociones, de la superación. El mismo.
Dos semanas, en resumen para escuchar gilipolleces y creerlas al dedillo.

No merece la pena, me digo. Alguien con tan poca personalidad y tan poco orgullo. Me refiero a orgullo de verdad, del bueno, del que ayuda a levantarnos para no volver a caer.
Aunque eso a mi ahora me importe una mierda. Aunque ahora lo que quisiera es quedarme en el suelo. Quedarme quieta. Cerrar los ojos. Sentir como duele.

Y me encuentro con gente razonable. Tengo amigos de esos, preocupados por si mismos. Supongo que provengo de la generación de la neurosis. Somos aquellos niños que lo tuvieron todo y se permitieron el lujo de tener crisis mentales, y algunos, hasta de tratar de buscarles un origen y tratar resolverlas.
Hablo con alguno y me dice, que todos vemos en los demás el reflejo de nuestros propios miedos.
Entonces vuelvo a justificarte.
Pero encuentro mi justificación también.

No vale de nada.
He pasado un fin de semana de mierda. No se si darme al exceso y salir por la tangente.
Hacer como tu. Dejar que me saquen por ahí. Dejar que me seduzcan o más bien: Seducir. Terminar con mi despecho en una cama y no encontrarme.
Y saber que te he hecho daño aunque tú no lo sepas.
Pero hasta ahora he sido incapaz.

El viernes tuve una oportunidad. Salí con unos amigos. Yo estaba bajo el efecto de un shock total. Todo me parecía un escenario.
Y apareció el vengador a meterme caña. Siempre hay algún cretino dispuesto a aprovechar la debilidad transitoria de la caída y uno puede ir a buscarlo o aparece por si solo. Tal vez, lo llamé con el pensamiento…pero el caso es que allí estaba: baboso y elocuente. Dispuesto a consolarme, a borrarme el dolor a lametazos.
Por un momento pensé en caer, en caerme adrede, de nuevo, en ver si era capaz de sentirme más abajo. Era el vengador apropiado, apuesto, con su máscara y su capa, con una sonrisa inmensa y la promesa de una embestida sofocante dibujada en la cara.
Pero me dio asco.
Salí de aquel antro a la carrera, como una cenicienta acomplejada que no se hace a la idea de abandonar su miserable vida, dispuesta a todo por su sapo, enamorada de aquél sapo que la rechaza. Cenicienta invertida, que no quiere príncipe porque sabe que le cabrá el zapato, y se acostumbro a andar en zapatillas…

Quería llorar. Pero no podía. Quería regresar a aquél lugar y arrepentirme y caer deshojada en brazos de aquél tipo.
Pero no lo hice:
Regrese a limpiar de hollín la chimenea. Regrese a quebrarme el corazón y el espinazo recogiendo la basura que dejaron para mí.

Mientras tanto, probablemente el sapo trataba de olvidarme. Mientras tanto, el sapo, tan macho y tan herido, se desquitaba en los brazos de alguna madrastra elocuente y croaba jubiloso.

La vida a veces, resulta tremendamente injusta.
Yo, que padezco las secuelas de la triangulación en la infancia y arrastro el estigma de mi personalidad adictiva a modo de estandarte. Yo, inadaptada a este mundo adulto, del que trato de mil maneras de enajenarme. Yo soñadora patológica y abusiva. Manipuladora nata, tan inocente. Yo, que soy la que más me lo merezco, o no quiero darme cuenta o no me da la gana.
La vida a veces, no tiene compasión.

No termino de levantarme. Tengo el cuerpo dolorido. Llueve y deja de llover. Pasan los coches. La fruta se echa a perder sobre la mesa de la cocina. Pasa un telediario y otro y otro y cuentan lo que les da la gana que pasa en este mundo. Y yo, me he quedado atrás. Llevo la misma ropa. Tengo el mismo hueco dentro del estómago.


Lo malo de todo esto es no tener ira. La ira salva del miedo, de la soledad. La ira es un arma más protectora que mortífera.
El sapo se la quedo toda para el. Está inmunizado. Tiene la vacuna.

Yo me comí solita el pastel.
Terminó la fiesta y aún no había nadie.

Caerse duele más cuando estabas en alto.
Puede ser eso lo que pasa. Había comenzado a creer que siempre sería así. Fácil. Como asomarse a la ventana y ver el sol y respirar profundo. Eso era lo que sentía exactamente.

Tengo que levantarme.
Tengo una beca pendiente para una residencia de artistas.
Tengo la oportunidad perfecta de acabar la novela y alejarme de ti.
No quiero levantarme pero tengo que hacerlo.

domingo, 21 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: LA FINALIDAD DE LA TRAGEDIA ES LA CATÁRSIS.




A las 7 de la mañana recibo el mismo sms que causó el conflicto entre nosotros:
Movistar info: Ha alcanzado los veinte minutos gratis del día


Me despierta cuando estaba soñando que estaba contigo en clase de "Historia de la Música"...que sueño tan absurdo. Pero estabas en el. Y yo estaba feliz. Me despierta y me trae la realidad de nuevo.Me pierde la lengua. Pienso. Además, me pierde sin finalidad alguna. Aunque supongo, que dentro del contexto que tuvimos fué medio razonable.


La lengua es mi don y mi castigo.


Te increpo de cuando en cuando no tener la madurez necesaria para poner las cosas dentro de un contexto, para entender, que dentro de una pelea, de esas que tenemos nosotros dos. Locos. Desmesurados. En ese contexto uno regala la licencia al otro para casi cualquier cosa.


Me duele inmensamente que no lo veas...pero quién soy yo para juzgarte. Yo que te conozco, yo que soy lo mismo, que soy la misma cosa que eres tú.




Mi día pasa en un ensueño de tu tiempo. Te imagino por la mañana despertando y sintiéndote triste y enfadado. Con ese enfado sordo e irracional que te recrea, que te hace y te da la fuerza del silencio.


Te imagino recogiendo, con la casa en perfecta quietud. Sin mi y mi alboroto. Con el desorden fuera de tu vida.


Te imagino frente al ordenador, absorto en las cuentas. Repensando un nuevo planteamiento en el que yo no tenga nada que decir.


Te imagino en la venganza lenta y dolorosa que me regalas, hablando con ellas abnegado y seductor. Mostrando la máscara brillante del asombro propio, del yo recuperado en la distancia, del yo herido que necesita gritar y complacerse.


Te imagino paseando en silencio en las tardes, con tus guantes negros, con la mirada al suelo. Tan alto. Tan invisible.


En el bar viendo el futbol, y de vez en cuando volviendo la mirada a la puerta, con el temor de que aparezca.


Te imagino doliéndome, doliéndome constante. La mente me regala cientos de imágenes terribles.


Y te imagino, dolido, herido, vencido a tu mente, a los cientos de imágenes en los que yo también soy tu adversaria.


Que extraña la vida. Que extraño amar a alguien de esta forma tan básica, tan cierta, tan real, y sinembargo, que eso implique una defensa, un ataque, una caída en lo mismo que tememos, y la pérdida de aquello que tánto amamos.




Miro el sms. Otra vez.


La vida está hecha de circunstancias, de imprevistos.


Te amaba tanto aquella mañana como hoy. Pero como en las tragedias griegas estaba escrito.


Movistar había decidido separarnos.


DE CARTAS A MILLER: INTERROGANTE



Mi querido Sr. Miller:

¿Encuentra lo que busca?

DE CARTAS A MILLER: PERSONAJES


Pura ficción.

Eso somos Miller, eso y poco más.

Dos personajes de novela.

Dos locos luchando contra algo que ya estaba escrito. Tratando de zafarse de las palabras que los hicieron. Tratando de llenar de historias nuestra historia.

Todos los tópicos se reunen en nosotros. Todas las conjunciones posibles para recrearnos una y otra vez, sin fin, en este círculo imparable y prolongable hasta la nada.


Pero que le voy a hacer, Miller.

-Dime: ¿Que haremos?

No me gusta el mundo.

Esta realidad que me ofrecen a cambio me resulta abominable.

A mi me gustas tú. Con tus excesos. Con tus manías. Con tus celos.

No se vivir de otra manera. No quiero aprender a desprenderme de esta carga.

Mis dedos frenéticos contra el teclado:

Nómbrandote.

Haciéndonos.

No dejando que termine...

sábado, 20 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: RECETARIO



Mentirse a si mismo



es una forma fácil de curarse las heridas,



pero el efecto es momentaneo.





-Tienes un amigo hace dieciocho años:



Un amigo cocainómano incapáz de entender lo que es mantener a alguien a su lado.



Un amigo millonario que paga dos protitutas y se va a un iglú a la otra punta del mundo,



a enterrar su soledad y sus fracasos.



Un amigo aparente



y repetitivo.






-Tienes herido tu ego porque te golpeé en el miedo sin piedad.



Un ego inexistente,



Un Tú tan frágil que nunca te compensó,



Una inseguridad roja y afilada que saltó sobre ti mismo al son de mis palabras.






Nuestras vidas son incomparables.






-Tengo amigos leales e íntegros.




Amigos sustento y alegría.






-Tengo la certeza de mi misma.


Brillante.




La mentira tiene efectos anestésicos




Pero deja una resaca terrible.













DE CARTAS A MILLER: PARÁBOLA




Madrid me parece una ciudad distinta.


Llevo las botas que me regalaste y otros labios me han
buscado..


Huíste de mi, por miedo a eso


Y ahora tu miedo
te condena.




Madrid esta diferente


y yo me siento extraña.



Pero ya no tengo miedo.

miércoles, 17 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: LAS NUEVE EN PUNTO

Me pusiste la maleta en la puerta.
Te grite y te herí con mis palabras.

Pero
¿Que harás cuando recuerdes?

Tienes que despertar.

DE CARTAS A MILLER: FUNERALES


Un nudo dulce de dolor
Que me recuerda
Que estuve viva
Que viví mil veces la diferencia a la sombra,
En tu cuerpo
Que era yo
Y no esta otra
Que me mira
Que no se reconoce
Que no quiere morirte
Morirse
Continuar….

DE CARTAS A MILLER: SIN

Estoy ciega de haber forzado los ojos al buscarte, más allá de lo posible.
Las calles son un espejismo.
Los días son pesados y extraños.
No tengo a mi cuerpo conmigo,
También perdí la lengua, la garganta, la saliva que alguna vez resbaló por tu cuerpo.
Todo te pertenece ya a ti:
Mi casa no es mi casa
Y el tiempo que revivo
Es solo un recuerdo que se aleja y se va nublando.
Tengo frío
Y algo, como una tristeza honda y amarga me oprime el pecho hasta la nausea.
Soy parte de mí, en esto que no tengo.
Y doy vueltas y vueltas
Tratando de hallarte,
De hallarme
De volver
De despertar y ver que todo era
Así
Distinto.

DE CARTAS A MILLER: A FONDO PERDIDO


En medio de la noche te pienso.
Tú: Ataque de celos injustificados.
Yo: Respuesta indigna.
Todo este amor.
Mi amor y el tuyo a la basura.
Y aunque puedo vivir sin ti,
Te extraño.
Por esas otras miles de razones que había.
Que eran, poderosas y dulces.
Pero el dolor, el miedo, el orgullo
Son muros gigantescos.
Ahora ya, imborrables.
Tras ese muro te extraño.

DE CARTAS A MILLER: UN VICIO MÁS


Cuando quise pensar
Que era posible
Cuando el Nosotros se llenó de futuro
Y la luz
Y la ternura
Y la confianza.

Miro y descubro:

Soy tan solo un vicio más que abandonaste.