
No tengo nada.
No tengo nada pero todo se derrumba
igualmente.
La nada también pueder ser menos.
A mi alrededor
el signo
la señal
la marca,
Y un paisaje que es irreal,
hasta para mis ojos que ya se acostumbraron a la marca,
a la señal, al signo de la nada.
Soy por una vez,
por unos momentos,
esa nada con eco en el periódico.
Y todos me miran.
Supongo, que desde ese ángulo que yo desconozco
que no lleva señales, ni marcas, ni signos.
Cuando el dolor rebasa
la nada
siempre es menos
pero
siempre cabe mas.
El precio de las cosas es relativo
y la importancia del dolor
depende
también de la cantidad de nada
que tenía
antes
del desastre,
del más
de la nada que se erguía
antes del derrumbe.
No tengo nada
Pero eso,
me concede el privilegio
de que menos
sea mucho
y con nada,
volveré
paso a paso
a construirme.
No tengo nada pero todo se derrumba
igualmente.
La nada también pueder ser menos.
A mi alrededor
el signo
la señal
la marca,
Y un paisaje que es irreal,
hasta para mis ojos que ya se acostumbraron a la marca,
a la señal, al signo de la nada.
Soy por una vez,
por unos momentos,
esa nada con eco en el periódico.
Y todos me miran.
Supongo, que desde ese ángulo que yo desconozco
que no lleva señales, ni marcas, ni signos.
Cuando el dolor rebasa
la nada
siempre es menos
pero
siempre cabe mas.
El precio de las cosas es relativo
y la importancia del dolor
depende
también de la cantidad de nada
que tenía
antes
del desastre,
del más
de la nada que se erguía
antes del derrumbe.
No tengo nada
Pero eso,
me concede el privilegio
de que menos
sea mucho
y con nada,
volveré
paso a paso
a construirme.
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