miércoles, 26 de agosto de 2009

DAVINIA



Algún día ella leerá mis palabras y con ellas se irá descifrando. Le servirán, tal vez, para comprenderse y encontrarse. Todos somos un poco el reflejo de aquello que nos hizo crecer y nos acompañó de niños.

Ella es mi carne, mi sangre, el pensamiento constante, el latido que me mueve.
Nunca entendí la maternidad como algo inherente. Pensaba: ¿Cómo hacerme cargo? ¿Cómo ponerme detrás de mi misma si no dejé de ser yo, si no cesaron mis deseos…?
Ahora he descubierto que es un compromiso. Es un pacto silencioso. Es el amor llevado al extremo de una forma mágica. Y si. Por supuesto, que pasa por encima de todos mis deseos otorgándome además, compensación suficiente, fuerza suficiente y las ganas de más.

Todo un descubrimiento. Cada día es una nueva persona. Se hace a mi imagen, representa mis gestos y en ocasiones, se revela. Unida de una forma tan intima que se confunde conmigo misma y a la vez: independiente, en una huída constante hacia otro lugar en el que no estaré.

Con su llegada abatió mi egoísmo inevitablemente. Me regaló una nueva consciencia. Me dio la perspectiva que faltaba.

Me salvó. Me liberó del caos, de la ansiedad de quererlo todo, de la soledad.
Ya nunca estaré sola. Ya nunca tendré miedo. Ella es siempre un buen motivo para seguir adelante. Es un reto, un desafío. Un refugio al que llegar cuando me encuentro cansada.

Divina Belleza:
Algún día seré tu recuerdo. Algún día serás parte de la mujer que soy y serás hermosa, serás fuerte y libre para elegir.
Por eso lucho hoy.
Ese, es el motor que impulsa mi aliento y mis palabras…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bellísimo, y tan verdadero que se detiene la mente por un instante.

Gracias Patricia.

duLceviCio dijo...

Es realmente hermoso... me identifiqué muchísimo porque también tengo una hija, es increíble la manera en que un ser que es nuestra sangre puede llegar a cambiarte la vida de tal manera. Sé que no necesariamente es la belleza...

CHERIESOLEIL dijo...

Gracias por tu comentario Dulce Vicio. Lo más importante en mi vida es haber descubierto que algunos amores traspasan todos los límites...