Son las dos de la mañana de un sábado. Escribo en el salón a oscuras.
No puedo dormir.
Hay un hombre en mi cama y me siento incómoda.
Es el,
el mismo hombre que hace tiempo quise tanto.
El mismo que ahora me agobia,
que me agrede con su mínima presencia.
No cabes en mi vida,
pero supongo que aún no ha llegado la hora,
no,
hasta que no quepas en mis letras.
3 comentarios:
Ah! Diste en el punto Cherie, hasta que no quepa en tus letras....Elsa
Muy buen escrito... concreto y directo. ¡Felicidades!
Contesto tarde....pero gracias a los dos.
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