viernes, 18 de junio de 2010

DE MI MISMA: LOS JUSTIFICABLES

La tribu de los justificables posee una organización muy sólida. Se caracterizan fundamentalmente por dos cosas: La primera es por supuesto, que siempre tienen justificación suficiente para sus actos, por muy canallas o bajos que estos puedan ser, y la segunda, que deriva directamente de esta otra, es que hacen lo que les da la gana.
Si por ejemplo el "Jefe de la Tribu" llega cansado y cabreado del trabajo y se dedica a desquitar su frustración contigo, está justificado bajo cualquier circunstancia, porque claro: Llega del trabajo, trabaja para todos y lo de menos es si a ti te revienta con sus palabras o no. Toca aguantar el chaparrón.
Peor es, cuando "Cabeza de Mendrugo", que vive aún en el tipi de "Jefe de la Tribu", desde su favorable posición, que le permite dedicarse por completo al vicio y la desidia, en estado de trance sicotrópico, de un momento a otro es poseido por los demonios terribles y violentos de la ira, y cae sobre ti, desalmado y cobarde, armado hasta los dientes de insultos hirientes y crueles, con la fuerza que le otorga su profunda estupidez.
Tu, que no habías hecho nada a nadie, quedas maltrecha...pero ahora viene lo peor: Su posesión demoniaca y la influencia de las sustancias ingeridas le justifican. Es un enfermo el pobrecillo, y por supuesto, toca entender y perdonar. Además estás viva, puedes contarlo...no te quejes tanto, mujer, tú eres una desheredada de la tierra, una paria injustificable y has de cargar con el peso de tus pecados...Faltaría más.
Que hiciera yo lo mismo y veriamos a ver.
Y ahora viene lo mejor de todo. "Compañero Adorable", sufre un ataque de celos porque saliste a comprar naranjitas de la china, pero a la puerta de casa. El, te está viendo desde la ventana, pero durante 30 segundos te perdió de vista. Entonces decide abandonarte, porque claro está, en esos 30 segundos ofreciste tus encantos a todos los guerreros de la tribu, te quedaste preñada, abortaste y tuviste tiempo de reírte de la gracia a sus espaldas.
Trás un número dantesco, que consiste en agarrarte de la cabellera, un escarnio público y el sublime acto del perdón (Ha decidido que no mueras lapidada). Te abandona como la perra que eres, y tú, perra le justificas. Es un guerrero inseguro, pobre, y su condición de macho le da para hacer lo que le venga en gana. Te saliste de la manta, le faltastes al respeto y te mereces un justo castigo.

Y digo yo: Que pruebas de acceso hay que pasar para entrar a formar parte de este selecto grupo??

Yo quiero derecho para salir a la calle a hacer daño a los demás, el derecho de insultarles porqué si, de cargarles con el muerto, de ofenderles en el alma y salir airoso.

Quiero ser Justificable como vosotros.

O mejor NO.

He pintado mi cara y levanto en mi mano el hacha de guerra : - ¡¡¡UAUAUAAAAAUUUUUUUAUAUAAAAAAAAUUUUUU¡¡¡

Por una vez, van a rodar cabezas y levantaré orgullosa MI CULPA ante vosotros.

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