domingo, 27 de febrero de 2011

LA CEREMONIA DEL NO

Me confieso:
Tengo el cuerpo lleno de cicatrices de deseo,
y fueron tantas veces:
lamias con tu lengua la ira que yo escribia sobre mi piel.
Entonces no me importaba nada,
tras el reproche,
yo dejaba caer mi vestido y tu me cerrabas la boca con un beso.

El viento abría la ventana,
y tu abrías mi nostalgia y mis piernas con los dientes,
y dejabas caer en mi cadera
las palabras
 precisas
que me hacian ser
Aquella.

Estaba marcada  y conforme.

Hoy vuelves y exiges mi saliva,
las marcas de mis uñas,
 mi voz quebrada al borde de tu cuello.
y yo te sonrio,
tengo los labios a la altura precisa
y las piernas con la medida exacta,
entorno los ojos
y después te miro.

La posesión es un acto macabro,
que antes o después se vuelve contra uno.
Pero eso tú, nunca lo has sabido.

Por eso yo nada deseo.
Vivo el instante.

La Ceremonia del NO ha dado comienzo.

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