lunes, 2 de marzo de 2009

DE CARTAS A MILLER: INMERSIÓN





Cierro los ojos y dejo que me habites.
Entonces,
Tú ya no eres tú,
y yo,
ya no soy más yo:
Soy otra diferente.
Entreabro los labios,
Me alimento de saliva.
Soy un animal voraz
y el fruto del espasmo.
Soy mi piel contra tu piel,
lacerada y brillante.

Húmeda y esquiva,
trato de apartar tus manos.
Pero tú,
ya no eres tú.
Con los ojos en blanco,
eres una fiera muda,
que se hunde en mi carne
sin conceder tregua.

Creo gritar: No,
cuando en realidad, te estoy pidiendo
que me dejes sin aire,
que consumas el aliento que me queda,
y que por este instante,
seas tú el que decide si continúo presa en este cuerpo ajeno que se quiebra en pedazos,
o me dejas caer, derrotada y lasciva
al pozo del deseo.

Cierro los ojos y dejo que me habites.
Pero tú, ya no eres tú,
y yo,
… ya no soy más yo.

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