miércoles, 11 de marzo de 2009

DE PIELES PARA VENUS: PANDEMONIUM

Arrebátame la sangre,
cúbreme de fósforo,
no dejes que se apaguen mis mejillas,
engranadas por el vicio de tu crueldad sin tregua.
Disfrútame a mordiscos en mi hora agónica,
cuando pierda el control y la conciencia de esos días redondos como gemas.
No me des jarabe,
pudiendo envenenarme con palabras tibias y amargas como láudano,
no vistas de seda el fuselaje de los cuerpos,
si entre las sábanas escondes lunas enteras de cuchillo.
Arremete contra mi silencio,
contra mis lágrimas agudas que bordean tu garganta, sin caer.
Aniquílame el aliento,
que estalle la noche contra mi cuerpo derrotado,
que me reviente el latido de las vísceras
la ternura que aún brilla, impávida y asombrada entre los besos.
Dame tu ira más profunda,
tu hirviente rabia roja y el dolor más ancho.
Soy adicta a tu castigo,
no hay redención,
…no existe el cielo.

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