DE PIELES PARA VENUS:CUERPO DE ARENA

Te espero libando las paredes
en busca de otra cal más blanca que el deseo.
He arrancado de mi cuerpo las espinas
para que al llegar lo toques y lo halles redondo, hecho aceite y laberinto,
pero ya sin trampas ni rencores.
Te espero con el sexo tibio
y la boca entreabierta al mar,
con las piernas que persiguen al incestuoso sol en el declive,
y las rampas
de lo húmedo.
Fuera de la algas, debajo del perfume.
Te espero sola,
fugaz como la tierra,
perpetuamente concentrada en el espasmo,
con las estrellas clavadas
sobre el pecho abierto
y silencioso.
Trae tu contigo
un pedazo de lo eterno (una brizna de hierba).