<<....Lo perdí todo.
Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.>> El Ojo de la Aguja - Mía Gallegos.
La gente resulta decepcionante.
Hoy mismo he decidido, eso si, de la manera más zen posible, empezar a pasar de todo el mundo, y al que joda, devolverle el palo, el golpe y una sonrisa.
Lo curioso de todo esto, es que la única responsable de esta decepción soy yo misma ¿Quién si no?
A veces, sigo pensando que el mundo es un cuento, que siempre hay esperanza, que el hijoputa no existe.
Vivo como en una película. Justifico los actos de los demás, porqué pienso que se hará la luz, que el cambio se producirá a la siguiente escena.
Pero no. Siempre me equivoco.
Llegan los créditos, el "the end", y todo es lo que aparentaba ser o algo peor.
Vivo en un mundo despiadado.
Para mí nunca encuentro compasión. Ni tampoco en los demás hacia el prójimo.<
Y observo la normalidad con la que los actos de egoismo y de crueldad se ejercen a mi alrededor.
Nadie cuida de nadie.
Cada uno a su rollo y a otra cosa mariposa.
En lo que a mi respecta, me importa poco a estas alturas.
He descubierto que mi corazón no da más de si, que se agotó mi paciencia, que paso mi turno al imbécil siguiente, al que quiera seguir creyendo que la cosa no es seria.
El hombre es un lobo para el hombre. Un lobo con escopeta.
Nada quedó de mi en mi.
Trato de sentir algo de empatía y solo me llega una nausea. Un dolor que no duele.
Tengo un cansancio molesto. Y ninguna espectativa.
El único motivo serio de seguir adelante sonriendo es mi hija.
Ese trozo de mi misma, que hasta hace poco era yo misma: Inocente, veráz, luz, amor sin más.
Solo en ella permanezco de esa forma. Solo en ella conservo la esperanza.
Lo demás me vale mierda.
Y nada pasa.
Este mundo sigue girando piense yo lo que sea que piense.
Y no pasa nada.
Lo único cierto es, que los dulces no heredarán la tierra.
Ni aún en un poema.
Que el golpe responde al golpe.
Que ahora he comprendido
que yo también soy decepcionante.
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