domingo, 21 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: LA FINALIDAD DE LA TRAGEDIA ES LA CATÁRSIS.




A las 7 de la mañana recibo el mismo sms que causó el conflicto entre nosotros:
Movistar info: Ha alcanzado los veinte minutos gratis del día


Me despierta cuando estaba soñando que estaba contigo en clase de "Historia de la Música"...que sueño tan absurdo. Pero estabas en el. Y yo estaba feliz. Me despierta y me trae la realidad de nuevo.Me pierde la lengua. Pienso. Además, me pierde sin finalidad alguna. Aunque supongo, que dentro del contexto que tuvimos fué medio razonable.


La lengua es mi don y mi castigo.


Te increpo de cuando en cuando no tener la madurez necesaria para poner las cosas dentro de un contexto, para entender, que dentro de una pelea, de esas que tenemos nosotros dos. Locos. Desmesurados. En ese contexto uno regala la licencia al otro para casi cualquier cosa.


Me duele inmensamente que no lo veas...pero quién soy yo para juzgarte. Yo que te conozco, yo que soy lo mismo, que soy la misma cosa que eres tú.




Mi día pasa en un ensueño de tu tiempo. Te imagino por la mañana despertando y sintiéndote triste y enfadado. Con ese enfado sordo e irracional que te recrea, que te hace y te da la fuerza del silencio.


Te imagino recogiendo, con la casa en perfecta quietud. Sin mi y mi alboroto. Con el desorden fuera de tu vida.


Te imagino frente al ordenador, absorto en las cuentas. Repensando un nuevo planteamiento en el que yo no tenga nada que decir.


Te imagino en la venganza lenta y dolorosa que me regalas, hablando con ellas abnegado y seductor. Mostrando la máscara brillante del asombro propio, del yo recuperado en la distancia, del yo herido que necesita gritar y complacerse.


Te imagino paseando en silencio en las tardes, con tus guantes negros, con la mirada al suelo. Tan alto. Tan invisible.


En el bar viendo el futbol, y de vez en cuando volviendo la mirada a la puerta, con el temor de que aparezca.


Te imagino doliéndome, doliéndome constante. La mente me regala cientos de imágenes terribles.


Y te imagino, dolido, herido, vencido a tu mente, a los cientos de imágenes en los que yo también soy tu adversaria.


Que extraña la vida. Que extraño amar a alguien de esta forma tan básica, tan cierta, tan real, y sinembargo, que eso implique una defensa, un ataque, una caída en lo mismo que tememos, y la pérdida de aquello que tánto amamos.




Miro el sms. Otra vez.


La vida está hecha de circunstancias, de imprevistos.


Te amaba tanto aquella mañana como hoy. Pero como en las tragedias griegas estaba escrito.


Movistar había decidido separarnos.


No hay comentarios: