miércoles, 24 de febrero de 2010

DE CARTAS A MILLER: TERCER INFIERNO

Aulla un perro en la distancia.



Devorado por aquello que devoras, ciego, mutante, imsomne lujurioso.

Ese aullido se meterá en tu cabeza Miller.



Ninguna orgía será capaz de salvarte de la soledad de este infierno,

y cuando quieras despertar

el perro

que aulla

en la distancia

estará royéndote los huesos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a ti. Me gusta que seas cauta, intensa y claridosa con las palabras. Al final del día leer algo que es ajeno a uno mismo y reconocerse ahí, como si nos hubieran robado las ideas, es fascinante. Leí esto del tercer infierno que escribiste, pienso que en esto del amor, los involucrados siempre terminan a mano,ya sea en dolor, en amor, etc....sólo que muchas veces no nos toca ser testigos más que de lo propio. Hoy son los aullidos de ese perro pero si ,mañana serán los de él, si no es que ya lo son ahora mismo. Un saludo, Elsa

CHERIESOLEIL dijo...

Hola de nuevo Elsa,
son sus aullidos, seguro, el es el perro, el es su infierno, y el mismo se devora...
Detrás de todo lo poético y de esta historia solo hay una realidad demasiado sórdida y oscura.
Me alegro de que tú puedas vivirlo de esa otra manera tan hermosa...

Anónimo dijo...

Ya. Y mejor te sigo acompañando como tú lo permitas...