Estoy ciega de haber forzado los ojos al buscarte, más allá de lo posible.
Las calles son un espejismo.
Los días son pesados y extraños.
No tengo a mi cuerpo conmigo,
También perdí la lengua, la garganta, la saliva que alguna vez resbaló por tu cuerpo.
Todo te pertenece ya a ti:
Mi casa no es mi casa
Y el tiempo que revivo
Es solo un recuerdo que se aleja y se va nublando.
Tengo frío
Y algo, como una tristeza honda y amarga me oprime el pecho hasta la nausea.
Soy parte de mí, en esto que no tengo.
Y doy vueltas y vueltas
Tratando de hallarte,
De hallarme
De volver
De despertar y ver que todo era
Así
Distinto.
LA RESACA DEL INCRÉDULO
Hace 1 semana
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